Internet, una escuela para la educación sexual en China
La educación sexual todavía tiene muchos retos por delante
Xiao Hua ojea los perfiles de varios chicos en su móvil mientras saborea un capuchino en una bulliciosa cafetería de la Concesión francesa de Shanghái. Con audacia, desliza el dedo por la pantalla de su teléfono para sumergirse en tantan, la aplicación de dating más popular y que cuenta con más usuarios en China. Un movimiento a la derecha o a la izquierda puede abrir o cerrar las puertas cibernéticas a un posible match y quizá a un encuentro futuro. Xiao Hua observa la foto de un joven, pelo lacio y sonrisa aniñada típica de un cantante de pop coreano. La joven desliza la pequeña fotografía hacia la derecha. Solo falta que el dueño de esa identidad pixelada le corresponda con un like para que se produzca la magia del amor virtual.
La percepción de los jóvenes sobre el sexo ha cambiado radicalmente en los últimos años en China. El mantener relaciones sexuales antes del matrimonio goza de una aceptación cada vez mayor entre los adolescentes de este país. Según el estudio sobre la salud sexual de los jóvenes chinos realizado entre la UNFPA, la Universidad de Pekín y el Comité Nacional de mujeres y niños, el 60% de los jóvenes chinos considera adecuado mantener relaciones sexuales antes de casarse. La presencia del sexo en la vida sentimental y cibernética de los Millennials y de la generación Z es ineludible. Sin embargo, mencionar este tema fuera del dormitorio continúa siendo un tabú. Los contenidos de educación sexual en el currículo de las escuelas e institutos chinos son prácticamente inexistentes. Las conversaciones con familiares o amigos sobre este tema todavía son más raras.
Esta combinación, una juventud china más abierta al sexo junto con la dificultad de encontrar información sobre el tema, no está exenta de consecuencias. Según el Anuario Estadístico de Salud y Planificación Familiar chino los abortos habrían alcanzado la cifra de 9 millones en 2017, dato que también recoge la publicación china Sixthtones. Unos datos oficiales que podrían ser inexactos ya que no incluirían las clínicas privadas y los abortos clandestinos. Según la estadística de UNFPA, la Universidad de Pekín y el Comité Nacional de Mujeres y Niños, la cifra se hallaría en torno a los 13 millones de abortos anuales. De los cuales, un tercio estaría integrado por menores de 19 años y un 8.9% por alumnos que estudian en el instituto.
Según este mismo estudio sólo un 4.4% de los jóvenes chinos dispondrían de una educación sexual aceptable. La brecha generacional entre padres e hijos no facilita la comunicación entre ambos. La visión del amor y el trabajo de esta generación de padres, orientado a la rentabilización, difícilmente logra reconciliarse con el deseo de exploración e individualismo de Millennials y de la generación Z china. “Nuestros padres han hecho grandes sacrificios para que estudiásemos y no tuviésemos que pasar por las mismas dificultades que ellos vivieron. De nosotros esperan que sigamos sus mismos pasos; que consigamos un buen trabajo y que formemos una familia. No entienden los sueños y aspiraciones de los más jóvenes”, explica Yan Ping una joven vídeo productora originaria de una zona rural de la provincia de Zhejiang. “Cuando se trata de sexo la comunicación es todavía más complicada. En mi casa mis padres siempre han evadido este tema. El único consejo que me han dado es no pienses en chicos y céntrate en tus estudios. Parece que la estrategia de muchos padres es ignorar la vida sexual de sus hijos como si así fuese a desaparecer”, concluye Yan Ping.
Las políticas de planificación familiar tampoco parecen desarrollarse al mismo ritmo que lo hace la sociedad china. El tabú que se cierne sobre el sexo no es el único aspecto que influye en la falta de información de la juventud china. Por su parte, la planificación familiar siempre ha tenido en el punto de mira a los matrimonios y no a jóvenes solteros y solteras. ¨En China las medidas como el aborto no se aprobaron por los mismos motivos que en sociedades occidentales. En su momento la ley fue aprobada no para dar mayor libertad y control a las mujeres sobre su cuerpo sino como un mecanismo de control de natalidad en un país sobrepoblado¨, explica Shuang creadora de greenxxoo.com. una de las plataformas de educación sexual con más éxito en China. Las escuelas e institutos reflejan bien esta situación. ¨Son a menudo los padres los que bloquean cualquier iniciativa en los colegios. La escuela de Zhejiang es un ejemplo. Los padres boicotearon los libros de textos aludiendo a que este tipo de contenido podría incitar a los niños a tener sexo a una edad más temprana¨, señala la emprendedora.
A pesar del control que el gobierno chino ejerce sobre los contenidos que se publican en las redes sociales, especialmente de carácter sexual, las plataformas digitales han conseguido calar entre la población más joven, asumiendo este rol educador. La aplicación greenxxoo.com. diariamente recibe la visita de miles de usuarios en busca de información. La mayoría son chicas que van al instituto o que ya están en la universidad y quieren saber cómo protegerse de un embarazo indeseado. “Muchas adolescentes, por ejemplo, desconocen la existencia de la píldora anticonceptiva, pero si la del día de después. Nos ha sorprendido ver como algunas de nuestras usuarias consideraban en sus comentarios el aborto como un método más de contracepción”, dice con rostro serio Shuang. Los riesgos de no usar protección parecen no haber calado en una parte importante de la población. Según la fundación del Día Mundial de la Contracepción, el 61% de los jóvenes chinos y chinas entrevistados admitía haber mantenido relaciones sexuales sin protección. El motivo principal: no querían que el uso del preservativo les arruinase la diversión, respuesta que fue respondida por una mayoría de hombres. El 40.3% señalaron además que consideraban que fuese poco probable el riesgo a un embarazo.
Abortos reiterados es otro fenómeno en auge entre las jóvenes que tienen que hacer frente a un embarazo indeseado. Según el informe del Instituto de Investigación para la Planificación Familiar, la Academia China de Ciencias Médicas y el Colegio Médico de la Unión de Pekín, el 55% de las jóvenes que habían abortado no era la primera vez que lo hacían. La trivialización del aborto puede leerse en los eslóganes de estas clínicas. Muchas de ellas, recogen en un tono pastel mensajes como “indoloro, no dejes atrás tus sueños”. Sin embargo, el proceso por el que las jóvenes han de pasar no es tan insignificante como las clínicas hacen creer, especialmente en el terreno emocional. “En la mayoría de las ocasiones las adolescentes o mujeres jóvenes que se quedan embarazadas no se lo dicen a sus novios, amigos o familiares, sino que lo llevan todo en silencio. La sociedad juzga a las mujeres que cometen el aborto, pero no a los chicos que son también responsables del embarazo”, explica Shuang. La expresión en la lengua china er shou fang que vendría a traducirse como casa de segunda mano, es habitual para referirse a aquéllas mujeres que se han sometido a un aborto. Un estigma que las jóvenes deben soportar solas y que se une, además, al trauma de haber pasado por el quirófano.
La educación sexual todavía tiene muchos retos por delante. La mayoría de la información se ha centrado hasta ahora en las enfermedades, pero la exploración inherente al sexo continúa siendo un tabú. “Es importante adoptar una perspectiva de género para atender a las distintas necesidades de mujeres y hombres si queremos tener una visión global. Integrar a colectivos que continúan marginados aquí, como la comunidad LGBT, constituye un reto importante para seguir adelante”, concluye Shuang.